Por: Clau Lubbian
Llegamos como a las 5 de la tarde, el unplugged empezó a las 8. Quería ver cómo estaba la movida. Sabía que los lugares estaban asignados, pero a veces los fans somos encajosos, temía que alguien me quisiera quitar mi lugar. Había una fila de fans formados y no se me hizo necesario hacerlo porque los asientos estaban numerados. Llegamos a la hora precisa donde empezaron a llegar las demás personas, veías mucha, mucha gente.
La organización de afuera no era tan buena, la cita era a las 7 de la noche y terminamos accediendo como a las 8 y desde las 6:30 nos iban a dar acceso porque estaba lloviendo, pero les valió madres porque nos mojamos. Accedimos muy rápido, estuvimos adentro en el lobby haciéndonos fotos; me encontré a Tito de Molotov, había mucha celebridad.
Posteriormente nos dieron acceso a la sala, a la zona de butacas y yo creo que esperamos como unos 30 minutos a que iniciara. Salió un organizador, nos dio las indicaciones, no podíamos grabar, no podíamos pararnos porque había unas cámaras que daban una luz que apuntaba al escenario y generabas una sombra y la gente de todos modos se paró. Esperamos media hora más, salió el organizador, nos volvió a dar indicaciones y grabamos unos aplausos, ya estaba casi toda la sala llena. Eso fue algo que me impresionó mucho. La sala no era tan grande, pero tampoco era tan chica. Grabamos aplausos sentados y se escuchaba impresionante, haz de cuenta que tenías una bocina en la oreja, se escuchaba padrísimo; de repente nos dijo, 'ahora párense', entonces se escuchaba mucho más fuerte, tanto que te ponía la piel de gallina y eso que todavía no empezaba el show. Nos dijo, 'ya quedó'.
Sale la banda, primero Joselo, luego Meme, luego Quique y luego Rubén. Ya estaban todos los de la orquesta y el baterista.
Creo que la grabación es buena, pero nada se compara con lo que viví esa noche, al menos de la parte que fue transmitida recién.
Sale la banda, Rubén nos saluda y nos dice que qué padre que estemos ahí compartiendo el segundo unplugged.
Yo estaba en orquesta, que es como en la parte de arriba. Me había tocado en la parte central, pero yo sentía que se veía mejor de arriba. No viví la parte central con él -mi novio- y nunca se lo pregunté, pero desde la mía vivía todo porque estaba en alto, en la segunda fila, todo se veía, la gente de abajo, la central, la orquesta, toda la banda, creo que fui muy afortunada y casualmente me tocó del lado de Meme.
Una chica que estaba cerca de mí gritó "¡Joselo, hazme un oso!" y nos dijeron que no podíamos gritar, echar relajo, reír, muchas cosas... no nos aguantamos, nos reímos; Joselo movió su mano así como de "gracias". Eso fue un momento que se agradece porque se rompió el hielo, se sentía la presión de todo lo que no podías hacer. Por la parte de atrás se escuchó un 'Goya' y no se podía, pero chingue su madre, que lo editen.
Empieza el show y empieza con "El Espacio", de repente se escuchó como un "trin" y nadie hablaba, todos estábamos enfocados en el show, se escucha otra vez el "trin"; ese era el sonidito con el cual inició un show. Desde el primer sonido la piel se te pone chinita. Uno va en ceros, no sabes con qué te vas a encontrar, aunque ya hayas estado en otro unplugged.
Había estado en un unplugged completamente diferente, el de Pepe Aguilar. Sabía que Meme era el productor y como fan alocada se me ocurrió ir y tuve la suerte de encontrarme a Meme y fue un show muy padre que no cambias por nada. Si yo quedé encantada con el unplugged de Pepe Aguilar, que es un artista que no sigo y que no me gustaba y sin querer había canciones que ni yo sabía que me sabía, todo estuvo padrísimo. Ahora, haber asistido al show de mi banda favorita, wow.
Iniciaron con "El Espacio". No se pueden describir con palabras las cosas que pasaron, los arreglos, por ejemplo, pero sí puedo describir la sensación. En cuanto escuché los "triiiiiin", todo se me puso chinito. Sentía caliente, caliente y luego frío, frío. Empieza Rubén con "De pronto me encontré" y yo me quedé así de, "El Espacio", qué padre. Viví el unplugged al lado de mi mejor amiga, que también es muy fan. Gaby y yo nos agarrábamos la mano, la entrelazábamos y la apretábamos porque queríamos llorar, esa fue la sensación. Toda la gente, anonadada.
"El Espacio" fue una canción que escuché durante una gira y me hartó; el hecho de que sea mi banda favorita no quiere decir que no tenga canciones que no me gustan, ¿no?, entonces "El Espacio" me hartó, pero yo pedía a gritos que la volvieran a tocar y la vida me escuchó. Se equivocaron, no sé qué hubo ahí y la repitieron, todo bien. Terminan de tocarla y la banda se aplaude; Meme aplaude, sonríe; Rubén nos da unas palabras, así como de "gracias", él decía muchas veces eso.
Luego siguió "La Locomotora" que se hace muy prendida y con los violines fue otra cosa. Estaba muy atenta tratando de reconocer cada uno de los sonidos que se escuchaban durante la grabación. El sonido del violín se escuchaba padrísimo y la orquesta, mis respetos. No perdió la esencia de la canción original, pero los arreglos fueron muy buenos.
Siguieron con 'Chilanga Banda' y 'Eres', pero no tengo mucho que decir al respecto, no hubo gran cambio.
La canción que fue mi hit durante todo el unplugged -escuchas los organilleros de aquí. Terminan de tocar 'Eres' y de repente suena un organillero con el 'tururu, tururu', con el intro de "Mediodía" y el organillero y sale solo, ni siquiera con la banda, con su sombrero, vestido con su traje de organillero, todo muy padre. Recuerdo que era un señor bajito, con bigote, su uniforme impecable, de verdad, impecable y él solito y empieza a tocar y escuchas la tonada de "Mediodía" de "jala una silla, siéntate a un lado, aquí", pero, ¡solo!, no había letra. Más chilango, imposible. Algo que se está acabando, el mundo de los organilleros no sabemos cuánto nos vaya a durar, ya no los ves tanto.
Bueno, inicia, luego sale Meme, Joselo, Quique y sale por un lado Rubén cantando, a un lado del organillero, cantando "jala una silla". Mi piel se vuelve a erizar toda y me pasó algo... Esa canción yo se la dediqué a mi mamá en una etapa muy difícil de nuestra vida. Ella iba a ir al unplugged conmigo, pero por azares de la vida ya no pudo ir y ella se me vino a la mente. Empieza a cantar Rubén y en la parte de "parece mentira que entre tanta gente en esta ciudad, no tenga a nadie con quien compartir la vista desde mi casa, este sábado, al mediodía", en ese momento ya no pude aguantar y se me salían las lágrimas una tras otra y no podía contener el "aaaaaah"; mi amiga me agarró la mano y me dijo "llora, llora"; yo me tenía que tapar la boca con la mano para no hacer ruido, las emociones salían todo lo que da. Mediodía no pudo ser mejor, fue la mejor, con el mejor arreglo, pero con el organillero, estoy segura que a muchos nos partió la madre.
Yo divido el unplugged en dos partes. Empezó súper animado, después baja y vuelve a subir. Se me hizo, la mitad, como aburrido, pero no malo. No hicieron la elección correcta de canciones. El haber elegido varias canciones del Jei Beibi, no fue la mejor elección. El Jei Beibi no es el mejor disco, pero creo que tenían más repertorio y no tantas canciones del disco. Aunque es una canción que ha sido tocada en sus últimas giras, me hubiera gustado escuchar "Futuro" en el unplugged por el arreglo.
Termina mediodía, es un sin fin de emociones. Felicidad, tranquilidad, tristeza, pero también la emoción de ver cómo están influyendo cosas que son parte de nuestra cultura. Yo nunca me hubiera imaginado que una banda tocara con un organillero y creo que no hubo mejor banda que Café Tacuba.
Este texto fue editado por cuestiones de espacio.
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