Por: Jesús Torres
Foto: Harvi Johnson
Eran las cuatro de la tarde y ya se veía una fila en el acceso del Pepsi Center. Algunos platicábamos, otros incluso echaban la siesta, haría falta energía. Los 'estrambos' celebraban su cumpleaños.
Siete en punto y el escenario se volvió un circo a tres pistas. Triciclo Circus Band, imponentes y carismáticos como siempre, pusieron tremenda fiesta en el lugar. La gente se emocionaba cuando estaban junto a ellos en la valla. Su disco 'T3rcera Llamada' relució a todo lo que daba y sus clásicos los cantaron a todo pulmón los pocos o muchos que se las sabían. Aún así, se despidieron entre gritos y aplausos.
Todos ya esperaban a los cumpleañeros pero aún quedaba un acto más antes del headliner. Charles Ans y su crew subieron a rapear un rato. Las primeras dos rolas fueron agradables, te llevaban a seguir el beat como por gravedad. Aún así, entre la impaciencia y la monotonía del show, unos minutos más fueron suficientes para desesperar al público. Se escuchaban rechiflas contrastadas con aplausos. "Gracias por ese respetuoso recibimiento", se despedía sarcásticamente.
Luces fuera. Las pantallas mostraban un video que nos recorría a lo largo de los diferentes logos que Los Estrambóticos habían llevado a lo largo de su carrera. Un enorme '1993' apareció en el vídeo y dió paso a la apertura con nada menos que la alineación original de la banda, aquella que debutaba hace 25 años. Tocaron algunas rolas y se despidieron ante la ovación del lugar retacado. Pasaron unos minutos y entre las sombras podíamos ver como el escenario mutaba. Se vio el clásico metro de la CDMX, se fué, pero llegaba ese tren 'Con Destino a Ninguna Parte', ahora sí, lo mero mero.
Potentes y ya con sus alimentos, teclados e integrantes actuales, dió entrada el plato principal. La gente no tardó en empezar a saltar y bailar. Esa temática del metro estaba en todos lados, era una experiencia completa. Entre clásicos, no tan clásicos y rolas nuevas transcurrían las rolas, había de todo, incluso se dieron el lujo de tocar un tema de Charlie Parker al puro estilo del Rocksteady clásico.
Entre las rolas se aparecieron algunos personajes, sus amigos, de nuevo los ex integrantes de la banda y, la sopresa de la noche, la mismísima Madame Recamier. Que agasajo. El dueto entre Pino y ella fue uno de los momentos más divertidos y memorables del show. La chispa y calidad vocal de ella lucieron combinados con una comiquísima y entretenida actuación de Pino. Aplauso de pie.
A la voz de "Todos Somos Estrambos", el foro completo se volvió un slam. Podían verse las chelas volando por todo el lugar (Mi mente ilusa no entendía minutos antes el por qué todasas consolas de audio y luces estaban cubiertas por plástico como si recibiesen un sillón). Gente en hombros y papeles de colores volando. Una verdadera fiesta. Con ese hervidero, se despidieron (¡Ay, ajá!) haciendo una reverencia digna de estampa, tomados de la mano en una sola linea.
Y sí, sí tardaron en regresar, pero se vale. A 25 años de carrera, se pueden dar el lujo de descansar 5 minutos. Lo valieron. Regresaron con todo, todos los clásicos que la gente había pedido en las casi dos horas anteriores sonaron uno tras otro, sin descansar ni un segundo. "Soñar Contigo", "Peter Punk" y "La Cerveza y el Dolor" sin duda fueron de las más queridas y las que todos esperaban. Y ahora sí, Adiós.
Sin temor a equivocarme, uno de los conciertos más impactantes que he visto y sin duda el más complejo y conceptualizado que he visto en una banda de rock mexicana. El detalle de ir haciendo 'evolucionar' el metro de los visuales al paso del tiempo y crear bloques con distintos conceptos y escenarios es muestra de la experiencia, dedicación y profesionalismo de unos artistas que claramente han crecido kilómetros en estos 25 años. Enhorabuena.
La gente aplaudía, no se quería ir. Seguían pidiendo otra. Entro la música grabada. No sé quién hizo esa elección, pero aún enciendo las clásicas luces que te corren del lugar, la gente no desperdició ni un momento para seguir bailando. Salíamos entre codazos, bailes y chela al paso del clásico de Madness 'One Step Beyond'. Algunos al metro y otros a pasar por la clásica hamburguesa al Crustáceo Cascarudo (si, así se llama el carrito de hamburguesas). Así terminaba.
Tags: los estramboticos celebran 25 años de existencia en Pepsi Center WTC, , nota de Staff Rocksonico, noticias internacionales
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