Reseña
Realizo: Luis Bastida Quiroz.
Elfego_galileo@hotmail.com
Fotos Toni François
¡Que la tercera no sea la vencida! y mucho menos la última.
En una sola frase puede describirse la, hasta hoy, última visita del trió neoyorquino a la ciudad de México. Acogidos por el Domo de Cobre de la capital, la banda liderada por la carismática, polifacética y encantadora Karen O deleitó y al mismo tiempo fueron seducidos por la audiencia predominantemente capitalina que, como siempre, jugó su papel para hacer de este concierto uno más de los tantos que bien valdría la pena tener en DVD.
No sé si exista otra parte en el mundo en donde la Banda que en teoría viene a brindar un espectáculo sea al mismo tiempo agasajada con gritos, ritmos, baile, canticos y sobre todo muestras de completa devoción hacia los que están arriba del escenario. Una, todo el tiempo sonriente, Karen O, recorrió hasta el último rincón del escenario salpicando con su energía e innegable talento a cada uno de los que tuvimos la oportunidad de asistir al evento.
El setlist estuvo balanceado, dando prioridad a los temas de su nievo álbum It´s Blitz, pero sin dejar de lado canciones consagradas de Show Your Bones y las que, sin duda, se convirtieron en los momentos memorables de la noche, como Y control, Date with the Night y Maps de su disco debut Fever to Tell.
Hay canciones que marcan tú vida, la música nos brinda la maravillosa posibilidad de atesorar momentos, a veces buenos a veces terribles, que con solo escuchar los primeros acordes nos pueden llevar al lugar más placentero del mundo o nos pueden arrastrar al infierno. Él concierto de ayer por la noche permanecerá en el consciente colectivo de una generación que ha visto pasar ante sus ojos a bandas que marcaron y le dieron pauta a la historia de la música popular de nuestra era y se mantendrá, sin duda en un lugar privilegiado.
¿El momento del concierto? Bueno hubo varios, la aparición de Karen O en el escenario ataviada con un traje-disfraz que le dio un marco perfecto a su calidez y calidad interpretativa; la respuesta del público a la antes mencionada aparición de Karen en el escenario que, por momentos, hacia parecer que derrumbaba la estructura metálica del recinto; la aparición de los ojos gigantes que fueron incorporados para interactuar con un público siempre ansioso por demostrar que un espectáculo siempre es mejor cuando es interactivo; pero sin duda lo que se quedará en la memoria de los asistentes será la imagen de Nicolas Zinner capturando con su cámara, haciendo a un lado su guitarra,, al público que brindo un espectáculo digno de atesorar como el más valioso recuerdo de la Ciudad de México.
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