Lunario del Auditorio-Reseña
Liquits
Lunario del Auditorio
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Ésta vez el viaje se materializó en el Lunario del Auditorio Nacional. Por motivos de logística, el grupo Bengala no se presento el pasado sábado, vaya usted a saber si fue porque tocarán en el Vive Latino, aunque algunas personas corrieron el rumor de que no se presentaron porque ya tenían sus boletos para el Festival Coachella a celebrarse en Los Ángeles; dejando que Liquits merecidamente fuera el grupo estelar, y decimos merecidamente porque éste es uno de lo últimos conciertos en los que promocionan su disco Jardín.
Pronto, viajarán a Los Ángeles, donde entrarán al estudio de grabación, para comenzar a dar vida y formar a su tercer disco, que estará bajo la batuta del productor argentino Gustavo Santaolalla (el mero mero de Surco Records), quien ha sido merecedor de importantes premios y que recientemente fue ganador del Oscar por Mejor Música por la cinta Secreto en la Montaña.
Ésta fue una noche llena de puritito rock, comenzando por el collage en video de algunas tocadas y situaciones de Liquits con el paso de los años, en el que brilló por su ausencia el último video que grabaron; noche en la que hasta las mamás de los chavos de las bandas abridoras brincaban con gusto a ritmo de éste trío: entre los asistentes nos pudimos encontrar con Chuck Pereda, Facundo (hasta al slam le entró!!!!), Ludwika Paleta y el Javo, quien se subió con ellos a cantar “Chido”, mientras al ritmo de “Le faltan huevos” y porque pensó que Ro también lo haría, se lanzó cual rockstar para sentir el abrazo de los asistentes.
Cabe recordar, que en alguna reseña anterior, en un medio del que no me quiero acordar, mencioné que en una tocada de Liquits hubo declaraciones de amor, en ese momento me refería a las chavitas que le gritaban a Ro que lo aman; pues la sorpresa en ésta ocasión fue que invitaron a uno de los asistentes a subir… y saben para qué?, para pedirle matrimonio a su amada en el escenario, mientras sellaban su pacto de amor con “Desde Qué” de fondo.
Papelitos de tres colores (eso creo porque yo me tragué puros plateados), muchísimos buenos recuerdos de algunas otras tocadas, ahora el vestuario en “Chicharos Mágicos” cambió, dejando atrás esas máscaras tipo pasamontañas que están chidas, para cambiar por unos antifaces de colores y una sotana para el Edi; volvimos a escuchar en vivo “Pasto”, “Samprul” y “Electricistas” (rola tributo a Fangoria); además de dos adelantos de su próximo disco; “Sátiro” y “Transexy”, rola en la que se subió a bailar y cantar con ellos un amigo (o amiga) llamado (o llamada) Zé Mua.
En fin, valió la pena conocer al fin el Lunario (aunque la sorpresa fue el precio de la cerveza), un lugar más amplio de lo que imaginaba, en el que los grupos se pueden desenvolver con mucho espacio, además de que lo asistentes nunca están incómodos.
Liquits se presentará éste fin de semana (viernes 5) en el Bull Dog Café, en lo que parece ser el último de los conciertos en el D.F. antes de que partan a las órdenes del Señor Santaolalla.
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