Muse se consolida como una máquina de hacer éxitos, The 2nd law es el nombre de la nueva producción de la banda inglesa. Potencia, melodía, grandilocuencia, y la clásica propuesta a la que nos tienen acostumbrados, mientras más épicas, más radiable, mientras más orquestada, mayormente coreable en un estadio repleto de gente.
Una estructura diseñada para estar rodeado de teatralidad en un escenario, Muse es la banda que mantiene viva esa tradición cada vez más costosa llamada conciertos.
Es de destacarse que se han convertido en un grupo complaciente con ellos mismos, que pueden experimentar poco ya que una vez alejados de la sombra de Radiohead han tomado un ímpetu adolescente que difícilmente los quitara del ojo público.
Abren esta producción con potentes rifs y el estruendo de una contundente batería, una melodía marcial dulcificada con la voz de Matt Mellamy, un clásico instantáneo, el tema Supremacy (que otro nombre podía llevar).
Experimentar con cajas de ritmos nos arroja Madness, algo de experimentación cálida, cantable, un excelente sencillo.
Panic Station tema al puro estilo, bien podría estar en cualquier otra producción llámese Absolution o The Resistence.
Prelude… bueno su nombre lo dice, la antesala al sublime tema de los juegos olímpicos de Londres 2012. Survival y aunque al principio me hizo pensar en Scissor Sisters todo vuelve a la normalidad cuando se entonan las primeras notas vocales.
Sobresale por mucho Big Freeze dinámica, pegajosa, seguro cada que sea interpretada en directo la gente enloquecerá.
En verdad mi afición por Muse nubla el juicio, muchos pensarían que es como el sobrante de la anterior entrega, pero hacía falta escuchar algo nuevo y por lo menos a mi me ha llenado los sentidos en todos los aspectos, definitivamente no cambia el curso de la música, ni marca nuevas tendencias, pero conserva ese toque, que los lleva a tener hordas de fieles seguidores.¡ Magnifico!.