EL PLANETA SALVAJE

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Por: CINEFILOS

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Por. Cinescrúpulos

El Planeta Salvaje

Todo empezó hace demasiado tiempo, tanto, que ya nadie recuerda exactamente cómo empezó. El escenario es un mundo extraño, distante, gobernado por seres humanoides gigantes conocidos como Draags y tan extraño es el mundo que los jardines, bosques y animales que lo conforman parecen extraídos directamente de los sueños y cuadros de artistas como el Bosco o Salvador Dalí.

La película comienza cuando unos niños draag juegan con una mujer humana que lleva en sus brazos a su hijo pequeño. Al ser los humanos de un tamaño minúsculo, los draags pueden perfectamente emplearlos como el juguete ideal, que sirva para un momento de distracción. Esta escena es una clara alegoría a los niños humanos cuando juegan sin medir consecuencias con insectos, lagartijas o incluso perros y gatos. Pues bien las cosas han cambiado y el ser humano es la alimaña, la mascota, el pequeño animalito indefenso, indeseable pero útil para momentos de ocio, que trata desesperadamente de sobrevivir.

Cuando los juegos siguen, la madre se encuentra herida, pues los niños draags la han aventado de un lado a otro, hasta que finalmente cae desde una altura considerable y muere. En ese momento, una pareja de draags se acerca lentamente y los niños corren a ocultarse. Tiva, una niña perteneciente a esa extraña raza de seres, recoge al humano indefenso y lo adopta como mascota. El pequeño bebé es nombrado Terr (abreviación de terrible) y se le da un hogar como la pequeña mascota de un infante más. Sin saberlo, este aparentemente inocente suceso de adopción será el que desencadene el destino final tanto de humanos como Draags.

Esta película francesa ha representado todo un suceso tanto social como cinematográfico, algo que muy pocas obras fílmicas pueden presumir de sí, el director Francés René Laloux nos mostró una metáfora enorme a la ocupación de la ya desaparecida Checoslovaquia por parte de la Unión Soviética en la década de los 70’s. No obstante se pueden interpretar otras metáforas, pues es también una representación bastante directa y por momentos cruda de la esclavitud, una bofetada a la sociedad que denuncia la discriminación, las eternas desigualdades que promueven el abuso de poder y el subyugo más denigrante.

Los escenarios y los individuos no son los que estamos acostumbrados a ver respecto a lo que conocemos de esclavitud, no vemos gente negra, asiática o indígena siendo azotados por colonizadores blancos, pero la situación es la misma, aunque ambas razas son inteligentes, los humanos y los draags son muy diferentes y deben llevar vidas separadas para tratar sus propios asuntos, es difícil encontrar el punto medio a una convivencia pacífica

Los dibujos y animaciones de esta película además de ser toda una obra de exquisito surrealismo (que le da el toque necesario de extrañeza y un ambiente onírico) son al mismo tiempo trazos sencillos y aquí radica su mayor cualidad pues llenan de extrañas sensaciones la atmósfera alienígena del filme, ambientes y paisajes distantes, donde el surrealismo inunda nuestra pantalla. A ello hay que sumarle una banda sonora del francés Alain Goraguer, la cual crispa los nervios, combina a la perfección con el relato, logrando el dúo perfecto entre animación y sonido, entre movimiento y sensaciones.

No me queda más que recomendar muy ampliamente esta película, pues sus cualidades son muchas a pesar del tiempo que ha pasado desde que se presentó por primera vez, tal vez (y es un tal vez muy muy grande) a mucha de la gente joven y no tan joven ese tipo de obras les resulten difíciles de digerir, ya no digamos comprender, pues el monstruo mercadotécnico de las empresas Disney y Dreamworks es muy poderoso y cautiva (la mayoría de veces sin mérito alguno, sin una sola chispa de creatividad) las mentes de muchos, no obstante Planeta Salvaje tiene más que merecida la oportunidad de ser vista, de dejar de lado los complejos que se puedan tener de ella, pues es un ejemplo gigantesco de que no se necesitan grandes gastos ni técnicas avanzadas de computadora para enseñarnos mundos llenos de imaginación.

PAÍS
AÑO: 1973
DURACIÓN: 73 Min.
DIRECTOR : René Laloux
GUIÓN : René Laloux & Steve Hayes (Novela: Stefan Wul)
FOTOGRAFÍA: Animation
REPARTO: Animation
PRODUCTORA Coproduccion Francia-Checoslovaquia