Acoso sexual en conciertos
Categoría: MAGAZINE | Fecha de Publicación: 29/3/2019 | Por: Staff Rocksonico
Parte 3 - Me sentí deseada, observada, atractiva, pero por un señor y lo peor, había sido mi culpa por ponerme mi ropa
¿Por qué seguimos hablando de esto? Desde que iniciamos con la serie de Historias de Acoso en Conciertos nos dimos cuenta de que podía tratarse de algo sin fin. Cada entrega nos ha sorprendido/entristecido más que la anterior. Ponemos el tema en la mesa para visibilizarlo, para alertar, y sí, para que los responsables de garantizar nuestra seguridad en un concierto se den cuenta de lo que ocurre y hagan algo al respecto.
Hoy concluimos con la tercera y última parte de esta serie esperando que haya sido de utilidad; sin embargo, el compromiso de Rocksonico y ChicasRockeras hacia los fans continúa. Agradecemos infinitamente tu confianza. #ComunidadRockera #FansDeLosFans
Todos los nombres fueron cambiados por seguridad de las víctimas.
Alicia – Belinda en el Auditorio Nacional en 2005
No es muy larga, pero la tengo muy muy grabada y es la prueba que NADA tiene que ver "el ambiente" o "la zona" o "la gente con la que te juntas"... el acoso es una ruleta rusa y no te la esperas en la alta alcurnia en horario familiar. Corría el año 2005, iba yo en 5to. de primaria... tenía una amiga cuya mamá trabajaba en Ticketmaster y por su cumpleaños nos llevó a cuatro amigas a ver a Belinda al Auditorio Nacional. (LOL, ya sé).
Salimos temprano de la escuela y nos fuimos a casa de esta niña a "arreglarnos" para el concierto. WEY teníamos 11 años y boletos VIP, el mundo era nuestro, ¿no? Unas con collares obvio de plástico, otras con botas "rockeras", intercambiamos prendas e intentos de maquillaje. Entre pruebas y pruebas yo escogí llevarme una falda negra, un suéter de cuello de tortuga y unos tenis. Ropa de lo más normal para una niña de 11 años con cuerpo CERO desarrollado, pero me sentía increíble.
Como la mamá tenía vara dos tres alta en Ticketmaster, nos pusieron en los asientos VIP de en frente y ahí andábamos todas las niñas. En estos palcos también había empresarios (señores, obvio) sin hijas o sobrinas alrededor. Todo el concierto uno de ellos no dejaba de verme, sonreír y saludarme entre canciones.
En el intermedio mi amiga fue al baño con su mamá y el señor se acercó, se sentó al lado de mí y me dijo "¿Cómo te llamas preciosa?" mientras me agarraba la pierna. WEY, ¡yo tenía 11! Podía ser amigo de mis papás, y su mano estaba en mi pierna. Me quedé paralizada por lo incómoda que me sentía y por el miedo de no poder hacer nada "para no ser grosera con el señor".
Nos platicó que él trabajaba ahí y que nos podía conseguir backstage si le pasábamos nuestros nombres completos. Quitó la mano de mi pierna para acariciarme la cara y me dijo que a la salida lo buscara para que conociéramos a Belinda, se regresó a su lugar y en ese momento llegó la mamá de mi amiga, me preguntó si estaba bien y que qué me había dicho el señor... le contamos y me dijo que me cambiara de lugar por seguridad. Me bajó la falda y me regañó por haberme puesto eso.
El resto del concierto me la pasé llorando. Por primera vez en mi vida me había sentido "deseada", "observada", "atractiva", pero por un señor, y lo peor, había sido mi culpa por ponerme MI ROPA.
Cada que me acuerdo de eso se me hace un nudo en la garganta por tantas cosas, porque pasé de amar a odiar mi ropa favorita, porque me sentí mucho tiempo "sucia" y "culpable", porque no entendía cómo alguien que yo veía de la edad de mi papá me podía ver atractiva, porque si me sentía incómoda no dije nada para "no ser grosera", ¿qué habría pasado si no llegaba pronto la mamá de mi amiga?, y mil cosas que aún ahora me indignan y no entiendo.
Mariana – Rock Fest Tabasco 2008
Conmigo creo que pensaron que estaba tomada y un tipo se me recargó haciendo como que "estaba mareado" y me tocó el trasero.
Luisa – Vive Latino 2009
Estaba caminando hacia el baño con mi amiga, mientras pasaba entre gente, en algún punto rocé a un tipo y me tuve que parar en lo que nos daban pase, el tipo caminó hacia mí, me dio una nalgada y todavía festejó con sus amigos.
Laura – El Festival 2017
Una vez me bajaron la blusa hasta la mitad del abdomen y bueno múltiples arrimones y roce de bubi.
Lucía – Hell and Heaven 2010
En el primer H&H me estaban molestando unos tipos que ni conocía ya tomados, me pidieron que mostrara los senos gritando el típico "¡chichis, chichis!". Me sentí violentada y avergonzada y me di la media vuelta corriendo, me aventaron lo que yo quiero pensar era cerveza y mojaron mi cámara y toda mi ropa entre abucheos.
Carolina – Vive Latino 2011
Entre rozones y arrimones creo que mi peor experiencia fue cuando pasando entre la gente, un dude de plano me jaló de la cintura hacia él, lo alejé y me gritó mientras se reía con sus amigos "¡uy pues que apretada!"
Fernanda – Knotfest 2016
Se siente horrible pasar una situación así. Recuerdo que me fui sola a un concierto de metal, la peor decisión que pude haber tomado, llevaba una bolsa de acetato, una blusa y un short con medias de hoyitos y un tipo no dejaba de mirarme, me sentí incomoda así que me cambié de lugar y él me siguió, me intentó hacer la plática y lo ignoré me di la vuelta y me tapé con mi bolsa la parte de atrás, él me agarró del brazo, me hizo la bolsa de lado y me agarró una pompi queriendo meter su mano entre mis piernas. Sólo me moví y grité. Unos chavos se percataron del asunto y lo iban a golpear, pero el tipo huyo entre la gente. Se siente horrible
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