En el Auditorio Nacional - Reseña
Moderatto
Auditorio Nacional
A Luigi, gran amigo que conocí gracias al Moderatto Army
Todos decimos que Moderatto ya no es lo mismo, que se afresó, que ya no divierte… pero lo que hacen en el escenario no se les discute, quizá hayan ganado adeptos con los sectores más fresas del rock o con los niños. De hecho Brian se cansó de reclamar que no es el mismo apoyo, sí, es más gente la que los sigue, pero esos fans no se saben las canciones del primer disco…
Moderatto volvió a gritar “¡Queremos rock!”, con lo que estremeció a las 10 mil almas que asistieron al Auditorio Nacional, recinto al que regresó con mucha energía para imponer de nuevo su estilo, brindar una noche llena de rock y power ballads. Dieron rienda suelta a su música cuando iniciaron con “Quemándome de amor”, tema que fue muy bien recibido.
“Gracias por estar aquí, esta noche tenemos reunidos a 10 mil amigos y espero que todos los pecadores hayan traído a su abogado”, dijo Brian al dar la bienvenida a su público.
Enseguida continuaron con “Si mi delito es rockear, me declaro culpable”, “Quiero Rock & Roll”, “Chavo de onda”, “Márchate ya”, aprovecharon para dar al público algo diferente, al dejar el sonido duro del rock y tocar con piano, violines y chelo los temas “Increíble” y “Estarás”, que fueron ovacionados.
De esta manera, Moderatto comprobó que tiene talento musical, pues a pesar de que surgió como una banda cuyo primer objetivo era llamar la atención con un concepto cagado que a pocos gustaba, burlón, divertido, que hacía parodia de las bandas heavy ochenteras interpretando canciones fresas en un estilo heavy; en los últimos años ha demostrado su evolución musical, luego de que decidieron dejar a un lado los covers para aventurarse a conquistar más público con temas de su autoría.
La banda, que también se ha destacado por la manera de divertir al público, nuevamente logró su objetivo, ya que hubo euforia por parte de la audiencia. También interpretaron canciones como “Mi historia entre tus dedos” y “De mí enamórate”, con las que los fans aprovecharon para encender las luces de sus celulares y alumbrar el ambiente.
Sin duda, uno de los momentos emotivos del concierto fue cuando en las pantallas gigantes aparecieron imágenes de Javier de la Cueva, integrante de Los Camisas Negras y Los Hooligans, grupos pioneros del rocanrol en México y padre de Jay de la Cueva, mejor conocido como Brian Amadeus. Su padre, entonó el coro de la canción Mi Papá “oye muchacho, a tu edad yo era una bala, más respeto pa´ mis canas, yo comprendo a los chamacos de tu edad, que se traigan las chamacas, no me quieras controlar, igualito a tu mamá”; rolita que la neta me gusta bastante, pues me recuerda mucho a mi papá… él me enseño a rockear.
“Oh, mamá”, “No podrás”, “Suéltate el pelo”, “Ya lo veía venir” y “Muriendo lento” fueron los cortes con los que Moderatto pretendió cerrar el concierto; sin embargo, ante la euforia del público que pedía más, regresó para entonar “Mil demonios” y “Sentimettal”.
De esta forma concluyó el concierto, entre chicas buenotas, niñas que se retorcían cómo loquitas (las mamás también), brazos cruzados en las rolas nuevas, pero eso sí, muchos brincos de parte de los 10 mil asistentes…incluyéndome.
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