Ha pasado ya una semana de que vimos a Paul McCartney en México y el recuerdo de sus conciertos aún nos hace sonreír.
Lo que se vivió en los días 8, 12, 14 y 17 de noviembre, da cuenta de que la beatlemanía aún está fuertemente arraigada en nuestro país y no sólo en las generaciones que crecieron con la música del cuarteto, sino en los más jóvenes también.
En las redes sociales está documentado como abuelos, hijos y nietos disfrutaron por igual la música de “MACCA”, y abundan las historias del tipo “Abuela te regalo este boleto ¡iremos al concierto de McCartney!” mostrando la carita de la abue llena de felicidad, seguida de imágenes de nieto y abuela abrazados cantando a todo pulmón “Na, na, na naraaa, na naa” con Paul de fondo. Hermoso.
Y también hay historias de personas que soportaron más de 12 horas de pie, sin ir al baño ni comer, con tal de ver al ex beatle en primera fila, obvio todos llegaron como desconocidos, pero se fueron como compas y hermanas y hermanos del alma. Súper chido y muy rifados ellos.
Y uno podría pensar que la euforia se manifestó sólo dentro sus conciertos, pero no ¿vieron los espectaculares que le daban la bienvenida a McCartney a nuestro país? El equipo de rocksónico encontró este sobre el viaducto en la CDMX.
Y afuera del hotel donde se hospedó el ex Beatle, llegaron a ser cientos de fans los que se congregaron para cantarle a “Pol” día y noche durante su estancia. Fanáticos de todas las edades se disfrazaron de Sargento Pimienta, le llevaron peluches, retratos hechos a mano, bajos Hofners para ver si podían llegar a ser autografiados, había música, todos cantaban las canciones del cuarteto mientras esperaban a que Paul entrara o saliera rumbo a sus conciertos. Fue una fiesta como los mexicanos sabemos hacer.
Y Paul no fue indiferente a todas las estas muestras de cariño. En los shows en México se le vio especialmente contento y habló con expresiones de cada región en donde se presentó. En Monterrey saludó con un "¿Qué ha habido raza?" Y en la CDMX con un "Quiúbole banda", publicando este saludo hasta en sus redes oficiales:
Y aunque sus shows no variaron mucho, inclusive del que dio el año pasado, la alegría y emoción de volver a ver a McCartney fue evidente en los asistentes, quienes fueron con toda la actitud y dispuestos a iluminar el estadio con su celular al ritmo de Let’em in, y llevaron globos rojos para cuando cantara My Valentine, así como carteles donde se leía ¡NA!, que salieron a la voz de Hey Jude.
Y por último, este Corona Capital pasará a la historia como el que dejó de ser casi exclusivamente de veinteañeros y treintañeros, ya que en esta edición, abundaron los bastones y las parejas de abuelitos, quienes emocionados, se congregaron para ver cantar a su ídolo codo a codo con los asistentes habituales.
En fin, que entre más pasan los días, más y más historias se suben a las redes sociales donde muchos de los fans de Paul demuestran lo felices que fueron antes, durante y después del concierto del “ex bitle”.
Y después de toda esta felicidad derramada por los mexicanos, sólo queda decir: Larga vida a Sr. Paul, acá haremos cadena de oración para que Quetzalcoatl le conceda regresar.
LiliCarol
Tags: Crónica de la visita de Paul McCartney en Mëxico, , nota de LiliCarol, noticias internacionales
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